Hubo una guerra, sí, la hubo.
Los poderosos hijos del mar, los hijos del Océano gobernaban todas las tierras, también las nuestras.
Los Señores de las Bestias se enfrentaron a ellos en sus distintas formas, y los vencieron.
Luego llegó el Hielo, la Tormenta, el Fuego, y el Agua acabó con ellos. Con los hijos del Océano, con los Señores de las Bestias. Su sangre alimenta la tierra, y a los hijos de ésta.
Aún se recuerda en todo el territorio, del norte al sur, del este al oeste. Un desastre tal, que 10 000 años no han podido borrar. Incluso vosotros los recordais aún. A vuestra manera, y tal como podéis comprenderlo, pero lo recordais. Nadie os recordará a vosotros, cuando el tiempo despierte de nuevo.
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