miércoles, 6 de octubre de 2010

Distinguir correctamente entre el bien y el mal no tiene porqué ser necesariamente bueno.

Las mentiras son verdades olvidadas.
Tarde o temprano se descubre la mentira, y sale a la luz la verdad, 
pero poco a poco la verdad se transforma y se fragmenta. 
Entonces se une con pequeñas mentiras y se crea la leyenda.


2 comentarios:

ifigenia dijo...

Pues sí, no todas las mentiras son malas, hay que llegar a un punto intermedio para todos y si de estas mentiras surge una maravillosa historia, sólo una cosa más añado: ¡vivan las mentiras!

CarloZ dijo...

Ifigenia tiene razon, no todas las mentiras son malas... A veces son necesarias para no lastimar a alguien...