Artemis y Apollo son hermanos, como hermanos son la luz y las sombras, tan ligados como éstos.
El bosque es un lugar especial, en el que la vida y la muerte no son tan diferentes.
En una ocasión, cuando eran todavía muy jóvenes, se encontraban en pleno bosque. Por allí pasaron, a la vista de los gemelos, tres doncellas aladas. Su belleza etérea y su indumentaria parduzca y dorada llamó su atención, así como sus movimientos y complementos.
Las siguieron hasta un claro, en el que había un bulto atado, retorciéndose. Alrededor de éste tributo las Melisai comenzaron a dar vida a su danza hipnótica, repleta de giros y florituras, hablando el lenguaje del movimiento. En cierto momento sus aguijones fueron alzados, y guardados sin mayor trascendencia que el cierre de la danza. De un agujero de roca tomaron su néctar sagrado, y llenaron con él la boca del humano, que quedó inmóvil.
Las doncellas, ante la estupefacción de ambos niños, los saludaron debidamente antes de desaparecer en un zumbido, veloces como el viento.
Tras este sacrificio, y tras probar el respeto de las Melisai, ambos gemelos vieron reforzados sus dones y su vida de dioses. La joven Artemis comprendió cual era su parte en la vida y la muerte, y Apollo descubrió que la palabra y la profecía ya no le eran desconocidas.
2 comentarios:
Apolo siempre fue mi Dios favorito, aunque eso fue hasta que descubrí a Hermes, entonces ya se esfumó, pero es que Apolo era demasiado perfecto para mí.
Cuando fui a Grecia, Artemisa se llamaba mi guía, y siempre me decía que era la protectora de los niños, me hacía mucha gracia, porque siempre me estaba dando dulces y caramelos.
Comentario que casi no viene a cuento con la entrada, pero te prometo que la he leído entera, xD.
Besos
No sabía esto, siempre me sorprendes con tu sabiduría ;)
Sabes qué? Siempre me chocó que el pobrecito de Artemis Fowl tuviera nombre de chica. Con razón era tan malo xD
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