También ellos lo supieron a traves de mis palabras,
en esa ocasión diferentes, igualmente ignoradas.
Mil mares y todas las tierras gobernaron,
escepto pequeños reductos salvajes, humanos.
Desde su basta metrópoli en la Isla de los Hielos
los secretos de los tiempos y los dioses fieros
Avariciaron, desentrañaron, perfeccionaron y guardaron.
Por su soberbia fueron sus ojos y oídos velado.
A un tiempo los cielos se abrieron y se alzó el agua.
Los humanos guardan el recuerdo de esa saga
Almas perdidas y sin patria, pocos sobrevivieron.
Buscaron refugio entre vosotros y os enseñaron
restos y pedazos de sus tesoros más preciados.
Al igual que ellos, sereis mito, sereis olvidados.
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